PEPINO “Cucumis sativus”
Clima: Se adapta a temperaturas entre los 18 a 25ºC con un máximo de 32ºC. Requiere entre 70 y 90 % de humedad relativa.
Suelo: Es un cultivo exigente en drenaje y aireación. El cultivo se favorece con suelos de textura-areno-arcillosa, bien drenados y con un pH entre 5,5 y 6,7.
Riegos: En primavera se regará en función del clima, incluso diariamente, pero nunca en exceso para evitar un suelo demasiado mojado, en el supuesto que se sucedieran días fríos, en esta situación se deberá restringir el riego a lo imprescindible.
Siembra: La distancia entre surcos varía entre 1,2 y 1,5 m y la distancia entre plantas es de 20 cm. La siembra se realiza en hoyos de 2 a 3 cm de profundidad en los que se colocan de tres a cuatro semillas por golpe, se ralea después y se deja sólo una o dos plantas por golpe.
Abonado: Los fertilizantes de uso más extendido son los abonos simples en forma de sólidos solubles (nitrato cálcico, nitrato potásico, nitrato amónico, fosfato monopotásico, fosfato monoamónico, sulfato potásico, sulfato magnésico) y en forma líquida (ácido fosfórico, ácido nítrico), debido a su bajo coste y a que permiten un fácil ajuste de la solución nutritiva, aunque existen en el mercado abonos complejos sólidos cristalinos y líquidos que se ajustan adecuadamente.

Plagas: - Mosca blanca - Arañas rojas y blancas - Pulgones - Orugas - Nematodos.
Enfermedades: - Mosaico - Mancha bacteriana (pseudomonas) - Necrosis - Cladosporosis - Oídio - Fusariosis. - Podredumbres (gris y blanco).
Asociación de cultivos: Albahaca, apio, repollo, espinaca, lechuga, cebolla.

Podas: la poda se inicia a los pocos días de plantado. El objetivo es que se desarrolle únicamente el tallo principal y la poda consiste en suprimir todos los tallos secundarios hasta la altura de unos 40 a 50 cm.

Tutorados: la sujeción suele realizarse con hilo de polipropileno (rafia) sujeto de una extremo a la zona basal de la planta (liado, anudado o sujeto mediante anillas) y de otro a un alambre situado a determinada altura por encima de la planta. Conforme la planta va creciendo se va liando o sujetando al hilo tutor mediante anillas, hasta que la planta alcance el alambre. A partir de ese momento se dirige la planta hasta otro alambre situado aproximadamente a 0,5 m, dejando colgar la guía y uno o varios brotes secundarios.

Laboreos culturales: Destallado: En pepino “tipo holandés” se suprimirán todos los brotes laterales para dejar la planta a un solo tallo. Para los restantes tipos de pepino la poda es muy similar, aunque no se eliminan los brotes laterales, sino que se despuntan por encima de la segunda hoja.
Deshojado: Se suprimirán las hojas viejas, amarillas o enfermas. Cuando la humedad es demasiado alta será necesario tratar con pasta fungicida tras los cortes.
Aclareo de frutos: Deben limpiarse de frutos las primeras 7-8 hojas (60-75 cm), de forma que la planta pueda desarrollar un sistema radicular fuerte antes de entrar en producción. Estos frutos bajos suelen ser de baja calidad, pues tocan el suelo, además de impedir el desarrollo normal de parte aérea y limita la producción de la parte superior de la planta.
Los frutos curvados, malformados y abortados deben ser eliminados cuanto antes, al igual que aquellos que aparecen agrupados en las axilas de las hojas de algunas variedades, dejando un solo fruto por axila, ya que esto facilita el llenado de los restantes, además de dar también mayor precocidad.
Reproducción: sexual.
Recolección: Los pepinos se cosechan en diversos estados de desarrollo, cortando el fruto con tijeras en lugar de arrancarlo. El período entre floración y cosecha puede ser de 55 a 60 días, dependiendo del cultivar y de la temperatura. Generalmente, los frutos se cosechan en un estado ligeramente inmaduro, próximos a su tamaño final, pero antes de que las semillas completen su crecimiento y se endurezcan.